jueves, 20 de noviembre de 2014

La calma después de la sudestada

Después de la sudestada...
nada queda en el mismo lugar.

El ceibo florido es tronco que el agua baña,
y las piedras, suelos movedizos al caminar.

Las boyas del canal ya no saben a quien guiar,
y los leños gastados por el agua
a merced de la marea siempre estarán.

Cuantos náufragos tiraron botellas a la mar...
...sin mensajes escritos, qué es lo que nos dirán.

Explorar las costas, por explorar nomás...
...alguna vez alguien nos rescatará.